Descubre en una visita guiada la Mezquita-Catedral de Córdoba de la mano de un guía intérprete habilitado por la Junta de Andalucía.
Un monumento único en el mundo, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1984.
Córdoba, mezcla de civilizaciones, culturas y religiones. La ciudad más poblada de Europa durante el siglo X, hasta donde llegaban, no solo personas atraídas por su riqueza cultural, sino grandes embajadas de los principales imperios.
Levantada sobre los restos del complejo episcopal visigodo, el edificio no solamente era usado para el culto, sino también para administrar justicia y como madraza, escuela coránica y de estudios filosóficos. También fue lugar de peregrinaje, “primer turismo” que llego a Córdoba.
Los mejores alarifes (arquitectos) y artesanos de todo el mundo trabajaron en esta obra inmortal. Construida en diferentes etapas para materializar el esplendor de una época y el poder de sus gobernantes, en especial del Califa Omeya de Al-Andalus.
El Patio de los Naranjos embriaga los sentidos, con su torre campanario erigiéndose a 54m de altura, coronado por el Arcángel San Rafael, custodio de la ciudad desde el siglo XVI.
En el interior, la sala de oración, su bosque de columnas con sus arcos bicolores nos dan la sensación de no tener fin, de ser eterno y su Mihrab (lugar desde el que se dirigía la oración) es una joya decorado por mosaicos bizantinos.
Más de dos hectáreas que convirtieron a la Mezquita aljama de Córdoba en la más grande de Occidente, la segunda más grande del mundo después de la Meca, hasta la construcción en el s. XVI de la Mezquita Azul de Estambul.
Cabe destacar que su arquitectura marcó la Historia del Arte, siendo modelo para otras grandes construcciones islámicas, como la Alhambra de Granada o la Aljafería de Zaragoza.
Pero lo realmente excepcional es que el rey Fernando III, cuando conquistó la ciudad en el s. XIII, no quisiera destruir el edificio para realizar otro en su lugar (como era habitual) sino que fue consagrada como Iglesia-Catedral, y no fue hasta el s. XVI que se decidió dotar a la misma de una Capilla Mayor digna de la Catedral cordobesa, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción.
Obra maestra que mezcla diferentes estilos arquitectónicos, muestra de lo alargados que fueron los trabajos en el tiempo. A remarcar la sillería del coro, una Biblia esculpida en madera, con una representación majestuosa de la Ascensión de Jesucristo en el trono episcopal.
Visitar la Mezquita-Catedral de Córdoba es hacer un viaje en el tiempo que no deja a ningún visitante indiferente ante tanta belleza.